El pasado 18 de diciembre, participamos en la jornada de comedor de la Escuela Castell de Dosrius, un centro que forma parte del plan educativo para la sostenibilidad y el no derroche alimentario coordinado por el departamento de Psicopedagogía de SERHS Food. Mediante diferentes programas educativos, se trabaja para reducir el desperdicio alimentario en los espacios de mediodía y fomentar acciones sostenibles entre los más pequeños.
La jornada empezó con los más pequeños (Educación Infantil) y con el primero de nuestros grandes objetivos: «No tirar alimentos».Con el propósito de hacerles conscientes del apetito que tienen, siguiendo una cantidad mínima y máxima para garantizar una alimentación adecuada, los niños utilizan el «semáforo del apetito» para identificar sus necesidades. Esta herramienta divertida hace que los monitores puedan ajustar la cantidad de comida que sirven a cada niño, según su nivel de apetito:
- Oso: Mucha hambre
- Zorro: un poco de hambre
- Hormiga: Poca hambre
Una vez servida la comida, los niños disfrutan de un menú saludable preparado por nuestros dietistas. Después de comer, comienza el segundo objetivo: reciclar.
Los niños, con la ayuda de la papelera interactiva, aprenden a separar los alimentos según su tipología: plástico, incomible y orgánico.
¡Y esto no termina aquí! Los más pequeños, siguiendo el protocolo y con la supervisión de monitorización, se dirigen al cubo azul del comedor para lanzar el agua sobrante de su vaso.
El tercer objetivo está claro: reutilizar el agua. Ésta se utiliza para regar el huerto escolar o los árboles del patio, contribuyendo así a nuestra iniciativa sostenible.
A continuación, es el turno de los mayores, los alumnos del ciclo medio y superior. En este caso, el primer objetivo se trabaja de forma diferente: ellos mismos se sirven la comida, atendiendo a su propio hambre, siguiendo las cantidades mínimas y máximas establecidas. Los monitores están pendientes de cada mesa para asegurarse de que todos los niños respeten estas cantidades, fomentando así la conciencia sobre la cantidad de comida que pueden consumirse.
Una vez terminada la comida, también separan los residuos de forma correcta: envases, comida y, como los más pequeños, el agua de los vasos. Todos siguiendo el mismo protocolo de reutilización y reciclaje.
Finalmente, para terminar la jornada de comedor y ayudar a concienciar a los niños sobre la cantidad de residuos generados, junto a los monitores, pesan la comida que ha sobrado. Se dirigen a la balanza con la bolsa de comida y una vez saben la cantidad (en kilos), la anotan en el cartel «¿Cuánto hemos tirado hoy?». Así pueden comparar la cantidad con el día anterior, para ver su evolución en el cartel «Ayer se lanzó…». El objetivo es reducir al máximo esta cantidad, conscientemente, y fomentar el respeto por la comida.
Mediante estas acciones, se han trabajado valores importantes como la reducción del desperdicio alimentario, reciclaje y la reutilización de recursos.
La jornada de comedor en la escuela de Dosrius ha sido una experiencia educativa y respetuosa con el medio ambiente para los niños y niñas del centro. Nuestro objetivo como SERHS Food Educa es que, desde los centros educativos, los más pequeños empiecen a ser más conscientes de los pasos a seguir para poder ser más sostenibles y contribuir a un futuro mejor.
